martes, 21 de mayo de 2013

Cáncer de mama: ¿Necesito un psicólogo?

Las mujeres tendemos a tener lo que se llama 'ansiedad anticipatoria', siempre tenemos algún proyecto o preocupación en mente, y cuando lo solventamos ya estamos pensando en el siguiente. Esto me lo explicó mi psicóloga. Si le sumas que eres un poco imaginativa como yo, que te mola montarte películas y que tu cabeza no para nunca, lo peor que te puede pasar es que digan que tienes cáncer. Ahí empieza tu cabeza a ir a mil revoluciones y se convierte en una máquina histérica de inventar historias.

Lo peor sin duda de mi experiencia con el cáncer ha sido el miedo que he pasado. Cuando me diagnosticaron tenía miedo de la operación, antes de empezar la quimio ya me había montado la peli de lo horroroso que iba a ser, cuando terminé la quimio temía ser uno de esos casos raros a los que no les vuelve a crecer el pelo, con la braquiterapia me imaginaba la teta como un pincho moruno, a lo holocausto caníbal y me recreaba en las imágenes más horribles que encontraba por la red. Y ahora que estoy estupenda tengo miedo de que vuelva el cáncer, es un miedo lógico, normal y sano, pero tengo que pensar con la cabeza fría que el cáncer no tiene xq volver, y que si lo hace, pues ya me preocuparé cuando suceda. Por ahora todo tiene solución.

Desde el principio estuve dispuesta a ir al psicólogo, aunque me creía muy lista y pensaba que nada que me dijeran me podría ayudar. Esto se confirmó con mi primera experiencia con una psicóloga de la asociación del cáncer de mama, sé que hay gente muy válida allí, pero yo fui a dar con la única petarda. Se merece que la llame petarda por que me dejó plantada tres veces, una de ellas en mitad de mi súper sincero y lloroso discurso, y me sentó a cuerno quemao... Así que no volví

Después de eso ya si que no quería ni pisar una consulta. Menos mal que mi oncólogo me animó a probar con la psicóloga de su equipo. Maria José me ha enseñado a diferenciar los miedos reales de los imaginarios. A entender que el miedo es un sistema de alerta de nuestro cuerpo, es bueno tener miedo, nos mantiene atentos, pero no debemos pasarnos. Hoy por hoy estoy bien, no tengo cáncer. La realidad es que un porcentaje altísimo de mujeres con cáncer de mama se curan, hay que pensar en esto y vencer los pensamientos imaginativos con la razón.

Seguro que a muchas os han dicho la frase de 'Quien sabe...igual mañana me puede atropellar un coche'. Estas frases hechas siempre me han dado un poco de repelús, pero algo de razón tiene. No podemos andar pensando siempre en las cosas horribles que nos pueden pasar mañana, por que lo más probable es que no nos pase nada y la preocupación nos haya hecho disfrutar menos de ciertas cosas.

Sé que es inevitable preocuparse, pero se puede ejercitar. Por ejemplo, si estás rayada por algún tema del cáncer viene bien hablar con alguien, si nadie te entiende, un psicólogo te puede ayudar, si es especialista en oncología mejor, por que ya estará entrenado en estos temas, también puedes llamar por teléfono a la asociación del cáncer de mama, o escribir un correo a una de las súper blogeras que han pasado por lo mismo, todas lo hemos hecho y desahoga. Es mejor que alguien externo que ve las cosas con más frialdad  
te ayude a cortar las alas a la peligrosa imaginación de la paciente de cáncer. También ayuda hacer alguna actividad, cuando empiezas a pensar más de la cuenta, intenta salir de casa, no te recrees buscando dramas en internet, que entonces vas a necesitar más terapias que Murdock del equipo A.

Para las que estáis empezando el tratamiento, os recomiendo que busquéis ayuda psicológica, si no os gusta el psicólogo probar otro hasta que deis con el vuestro. Ayuda a ordenar las ideas que ahora mismo están atropelladas en tu cerebro y a ver esto como un paréntesis en tu vida, un poco cabrón , pero que tiene final, y de los felices.

Para las que ya habéis terminado, ay amigas!! Ahora empieza el sentimiento de desprotección total! Ya he terminado el tratamiento, estoy bien, no tengo cáncer, tengo pelo, me encuentro genial... todo está bien pero soy tan tonta que pierdo el tiempo pensando en todo lo horrible que me puede pasar... Si ahora solo nos van a pasar cosas buenas!!

Para las que estáis sumidas en una profunda depresión, existen pastillas 'animosas', que aumentan la serotonina y que en un momento dado vienen fenomenal, preguntar a vuestros médicos, psiquiatras y psicólogos. Ir mucho al cine, arreglaros cuando tengáis cara de merluza y no os deis penita a vosotras mismas, sois fuertes y si muchas lo hemos superado, también lo lo haréis vosotras.

Ala, y ahora todas a pedir hora con el psicólogo, que estáis fatal de la cabeza ;)