martes, 19 de febrero de 2013

Los Sustos

Después del tratamiento, con todo lo que hemos pasado, tenemos la cabeza como una olla exprés, y a veces, basta un pequeño factor externo para que esté a punto de estallar. Cuando estaba en plena quimio sólo pensaba en el momento en que terminara, en lo guay que iba a ser volver a tener mi pelo y en el fiestón que iba a hacer para celebrarlo. Sin embargo, ahora que he acabado, en algunos momentos estoy muy lejos de la relajación que imaginaba . Ya había oído hablar del sentimiento de 'desprotección' una vez terminado el tratamiento. Y acompañado de los miedos paranoides que a veces me sobrevienen hace que de vez en cuando me pegue grandes sustos.

A las que estáis en este momento de vuelta a la normalidad, me gustaría preveniros para evitar que paséis malos ratos en balde.

Tuve durante unas semanas un gran dolor de cabeza, ya os podéis imaginar lo que a mi podrido cerebro le dio por pensar...Al final no era más que tensión, apretaba mucho la mandíbula de los nervios, esto me provocaba dolor de cabeza, lo que me provocaba más tensión que me hacía apretar más los dientes... Resultado: una loca de dientes chirriantes que piensa que tiene algo malo en el cerebro. En cuanto me relajé, el dolor desapareció, y con él, mis paranoias

Otros grandes sustos que es probable que te lleves es cuando llegan las revisiones. Si sois de las que leen sus pruebas nada más recogerlas, prepararos para leer palabras raras, que, con un poco de imaginación vuestra cabeza puede convertir en una monstruosa peli de ficción.  Cómo yo tengo que saber más que los médicos, pues en cuanto recojo mi radiografía de tórax la miro al trasluz. Y claro, veo lo que me parece una mancha sospechosa en un pulmón que hace que de repente todo me de vueltas y me sienta al borde de un precipicio. Después de pensar lo peor, busco en internet 'mancha en el pulmón', a ver que es lo más malo que puedo encontrar. Y otra vez me tensiono, aprieto los dientes y vuelve el dolor de cabeza...

Otro susto que me llevé fue al leer los análisis de sangre, un valor me daba algo alto, e hice lo de siempre, mirar en internet, quedarme con lo peor que puedo encontrar, y otra vez con el corazón en la boca pensando cosas horrorosas.

Tengo la suerte de tener una madre plastérrima a la que suelo llamar en plenas crisis paranoides. Ella siempre intenta calmarme diciéndome que no es nada, y si no es suficiente, pasa a la acción llevando mis pruebas al hospital e intentando hablar con mi médico y/o su enfermera para que me tranquilicen. Aquí tengo que decir que tengo el oncólogo más majete del mundo, y la enfermera más comprensiva. Tengo que agradecerles infinito a los tres (madre, oncólogo y enfermera), que me hayan tranquilizado cuando más lo he necesitado. También a mi homeópata, al que ametrallo con correos cuando me asusto, y que me contesta casi en el acto. Me ha salvado de más de un fin de semana de comedura de olla.

Es normal tener sustos, y nuestros humanos cuerpos tienen muchas cosas que pueden aparecer en radiografías o análisis, y que no tienen porque ser malas.  Eso sí, si le echamos un poco de imaginación y sumamos a nuestra cabeza olla exprés la información más horrible que podemos encontrar en internet, ahí tenemos el resultado...Un empane mental importante o lo que es lo mismo, una caca gorda.

Mi consejo: si miras tus pruebas y ves algo que no entiendes y que te preocupa, primero piensa que lo más probable es que no sea nada y después pregúntale a tu médico, porque cuando te confirme que no hay razón para preocuparse evitarás pasar malos ratos o noches sin dormir. Intenta no mirar internet, o si lo haces, estar preparada para encontrar información de todo tipo, hay mucha  y es difícil saber filtrarla. Una amiga que tenía un orzuelo en el ojo se dio un susto tremendo por cierta información que encontró en la red, hay de todo. Y por último, si te asustas, conserva la calma, respira y piensa que nada malo va a pasarnos ya. Ala!! A ver si ahora me lo aplico!!


PD: Ya he pasado mi primera revisión. Todo bien. No tengo que volver hasta Junio. El viernes me piro a Tenerife a beber piñas coladas. Un beso!

sábado, 2 de febrero de 2013

Terapia Hormonal

Ahora me quedan por delante tres años de terapia hormonal. Cuando tu tipo de tumor tiene un componente hormonal, es decir, que se alimenta de estrógenos, por lo visto es bastante efectivo cortar por lo sano. Esto significa provocarte una especie de menopausia, o lo que suena aún peor, 'castración química'. Cuando oigo eso me acuerdo de mi gato... El tratamiento consiste normalmente en una pasti diaria, 'tamoxifeno', durante 3 o 5 años (son tiempos marcados por protocolos, dependiendo entre otras cosas de si tienes planes de ser madre en el futuro o no), y en mi caso, además una inyección trimestral de 'Zoladex' en la tripa, como dice mi oncólogo, 'un buen banderillazo'.  Mi médico me explicó que entre las inyecciones y el tamoxifeno se bloquean los estrógenos que se generan en los ovarios, y en la grasa (que de cosas se aprenden, eh?), y así una cosa más a sumar a la lista de tratamientos preventivos, para asegurar que nada malo vuelva a pasar.

En teoría después de ese periodo la regla vuelve en las mujeres jóvenes, y hasta es posible que puedas ser madre de forma natural. Por si acaso, antes del tratamiento existe la opción de congelar óvulos, por si tus ovarios se quedan tontos, tener más opciones. (Mirar post sobre conservación de ovocitos)

Sobre el tamoxifeno, como todos los medicamentos, si te lees los efectos secundarios del prospecto, te cagas de miedo, en nuestro caso aún peor xq llevamos arrastrando la obsesión paranoica de que todas las cosas malas que leemos, vemos o imaginamos nos tienen que pasar a nosotras. Entre mi pelo corto, mi ausencia estrogénica, y lo que había oído sobre el tamoxifeno, me imaginaba con muchos más kilos, patillas a lo Pantoja y voz de machote, además de repelida por mi chico por mi falta de aroma sexuarrr, de ese que sale en los documentales en los que aseguran que es el auténtico responsable de que la gente se enamore.

Bueno, pues llevo dos banderillazos y 4 meses de pasti diaria y por ahora no he engordado, tengo mis pelos habituales de antaño, ni más ni menos, aún conservo mi aterciopelada voz y por el momento parece que no le huelo del todo mal a mi chico. Eso sí, la libido la tengo más por los suelos de lo habitual, aunque también hay que sumarle a la falta de estrógenos las preocupaciones y el estrés por todo lo vivido. Para consuelo, mi ginecóloga me ha asegurado que con paciencia y amorrr ♥ todo volverá a la normalidad. Si no fuera suficiente, yo por si acaso, me he comprado un par de conjuntos sexis. No digo más, que mis padres leen el blog ;)

Si que es verdad que los estrógenos hacen que los huesos asimilen bien el calcio, por eso te hacen una 'densitometría', para medir la densidad ósea y vigilar que la falta de hormona no te de problemas. Para esto recomiendan deporte y comer sano.

Por lo demás la pastilla no cuesta ningún trabajo tomársela, y la inyección, que te la ponen en cualquier ambulatorio, dependiendo de la pericia del enfermero puede ser muy dolorosa o un pinchacito sin más. Si te dan cosa los pinchazos no la mires, yo me tapo la cara, no vaya a ser que me acobarde y me vaya de vuelta por los toriles ;)